Una de las sobrevivientes de la tragedia ocurrida en 1985 es María del Pilar Quesada, quien nos relata que Armero era una población de casas grandes, con patios extensos y dónde se podía tener arboles de gran tamaño como los mangos, mamoncillos, plátano y guama que adornaban y hacían más frescos su interior.
“La estructura que tenía el Parque Infantil era hermoso porque era como una pileta, la estructura tenía como una forma de caparazón y ahí tenía como banderitas, entonces a uno le gustaba sentarse en los escaños de cemento a mirar las banderas de los diferentes países que ponían ahí”, aseguró Quesada.
Armero era una ciudad de más de 25 mil habitantes, allí llegaron artistas de alta talla para esa época como Manuel Fernando, Joe Arroyo y grandes orquestas del país como Los Tupamaros, Los Alfa 8, entre otras que hacían el deleite de los armeritas cada octubre cuando se celebraba el Festival del Amor y la Amistad.
“Los Hassir, dicen que ellos eran turcos y ellos vivían ahí diagonal al Banco del Comercio y ellos se quedaron a vivir allá, los Hassir, y había mucha gente de otro país que se quedaban viviendo allá, pues les gustaba por lo tranquilo del pueblo”, dijo María del Pilar.
María del Pilar recuerda que fueron varias las familias foráneas, provenientes del exterior que llegaron para posicionar sus negocios y terminaron por asentarse en ésta población. Señaló también que uno de los mayores atractivos de Armero era el Parque Infantil, sitio donde se enamoraban los jóvenes y dónde también se podía disfrutar de la naturaleza, los arboles y algunos pequeños animales.
Armero tenía diferentes espacios de encuentro para sus habitantes, el teatro Bolívar y Colombia, que fuera de presentar las películas que se estrenaban en la época, también sirvió de gran impulso para distintos artistas contemporáneos; una cultura basada en el respeto y en la pujanza de sus comunidades, elementos que se acabaron con la avalancha que sucedió hace 35 años.
