Conoce como fue la vida de un domiciliario en tiempos de cuarentena

En tiempos de cuarentena, muchos negocios han tenido que cerrar sus puertas al público y han tenido que recurrir al servicio a domicilio, hecho que aprovecharon muchos de los domiciliarios de la ciudad, que con su trabajo han contribuido a que grandes y pequeños negocios se beneficien y puedan continuar sus labores, hoy veremos cómo es la vida de un domiciliario en tiempos de COVID – 19.

el COVID – 19 cambió la vida de muchas personas, sobretodo en términos de desempleo y cierre de establecimientos comerciales, situación que llevó a muchos Ibaguereños a rebuscarsela con otras alternativas que pudieran dar solución a sus necesidades económicas y tratando también de hacer algo que las medidas preventivas permitieran y uno de los negocios que más ayudó a la economía del país y de los hogares colombianos fue el de los domiciliarios.

Este es el caso de Freddy Figueroa, que aunque era domiciliario antes de la pandemia, dice haber salido beneficiado, ya que muchos negocios y personas pudieron buscarlo a él y a otros colegas para poder resolver cuestiones como pagos, mercados, conseguir insumos entre otras cosas.

Don Freddy cuenta que inicio de domiciliario hace al menos año y medio y que llegó a esta profesión porque se habia quedado sin empleo y ya que tenía moto pues aprovechó para ponerla en uso y hacer en su momento, trámites y en algunas ocasiones tambien hacia recorridos a algunas personas que necesitaban quien las llevara a sus sitios de trabajo, lugares de estudio o algún otro lugar a dónde necesitaran ir.

La mayoría de sus clientes se han mantenido “incluso han aumentado sus llamadas y más de lo común, pues al no poder salir de las casas, recurren a mí para pagar servicios, hacer vueltas de los bancos o comprar cosas que son necesarias para ellos como comida, alcohol o gel antibacterial”.

Don Freddy entregando una encomienda.

Sus ingresos han incrementado un poco más, ya que como él mismo lo decía, es más la demanda de pedidos, incluso ahora que la cuarentena se ha flexibilizado, pues aún hay personas a las que salir no les parece una buena idea, pues aun temen a los estragos que pueda hacer el COVID en ellos y en sus familias.

Este hombre trabajador dice que uno de sus momentos más extraños en la cuarentena fue el momento en que vio las principales calles de la ciudad totalmente vacias, y sobretodo el silencio que las arropaba y que dejaba oír más fácilmente el canto de las aves y que el transito por la ciudad no fuera tan demorado como lo llegó a ser antes de la cuarentena.

En este momento, Don Freddy aún sigue haciendo domicilios de distinta índole y aunque la cuarentena ya acabó, el sigue con su trabajo, al que ha aprendido a estimar y a valorar.

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