El actor mexicano, estuvo en la ciudad de Ibagué, en el año 1973 ya que recibiría el grado de honoris causa, que le otorgaría el instituto Ibagué, que era dirigido en ese entonces por el Padre Pedro María Idrobo.
Movido por la inspiración de haber visto la película “el profe” filmada en el año 1971, el Padre Idrobo, tuvo la idea de invitar al actor a la ciudad de Ibagué, y se puso de inmediato en la tarea de contactarlo, además de buscar la manera de que el ministerio avalara el grado que quería darle y hacer lo posible para que la estancia, y luego de convencerle de que viniera a la ciudad y se acordó con Cantinflas que su “tesis de grado” seria la película y esta sería exhibida en el teatro imperial de Ibagué.
De hecho, hay registros de otras visitas de Cantinflas al país, en los años 1953, 1954 y 1960, y algunas otras más en los años 60. De estas hay un registro fotográfico, la primera foto que se puede encontrar fue en el estadio el Campín en el año 53, en la época conocida como El Dorado, respecto a lo futbolístico, En la cabina de mando de un avión de LANSA en 1954. Fumando un cigarrillo en la azotea del moderno Hotel Tequendama en 1960.
El viaje a la “ciudad musical” estuvo muy accidentado, ya que para llegar a la ciudad se había conseguido una pequeña avioneta privada, que era manejada por un piloto aficionado, y que además de eso tenía fallas en uno de los motores, situación que hizo que se devolvieran y tuvieran que viajar vía terrestre, a través de un carro de servicio público, que también tuvo problemas y se pinchó varias veces.
A la media noche llegarían Cantinflas, el padre Idrobo, el embajador de México en Colombia Víctor Manuel Barceló, y se hospedaron en el flamante Hotel Ambalá. El actor descanso unos minutos y luego bajó al Salón Ibagué, donde había una fiesta preparada para el, y en cuanto el mexicano entró en el lugar el lugar estalló en un aplauso de recibimiento mientras el luego de un instante explicó el motivo de su demora en llegar a la ciudad: «la de malas…pura de malas»..
Al otro día, el itinerario fue de una visita a la cárcel Panóptico, donde compartió con los internos, a quienes aconsejo y hasta les donó televisores y máquinas de coser, estas últimas para la cárcel de mujeres, luego de eso estuvo en el club campestre en donde se reunió con el cuerpo de bomberos y almorzó en ese lugar, ya en la tarde fue al estadio San Bonifacio a recibir el grado que recibiría junto con otro profesores que recibirían de manos del liceo Ibagué, en ese lugar compartió con algunas personas en la gramilla del estadio y luego para terminar el Padre le pidió visitar e hogar geriátrico, lugar al que accedió ir aunque con mucho cansancio.
Al otro día saldría de la ciudad en el auto de la gobernación del Tolima, rumbo a la embajada de México en Colombia, en Bogotá, y cabe mencionar que el auto en el que iban, también se “pinchó”, pero pudieron llegar a la embajada en donde les esperaba un almuerzo preparado por la esposa del embajador, y esa misma noche viajo a México.
Siempre fue un buen recuerdo para el, llegar a ser maestro de una pequeña ciudad de Ibagué.
Fuente: TolimaOnline.com
