Juan Bautista, un hombre Oriundo de La Tebaida (un sector que se sitúa entre San Bernardo y Alvarado), cuenta a detalle, como llego al ejército colombiano y como formo parte del Batallón Colombia que participo de la Guerra de Corea.
Juan Bautista cuenta que tenía 22 años cuando se quiso unir al ejército, así que se dirigió a Venadillo a presentarse, pero dado a que eran los años de la violencia bipartidista en Colombia y que él era conservador, en Venadillo no lo recibieron, pues el pueblo era totalmente liberal. Viendo la situación decidió salir con un grupo de personas que desde San Juan de la China se dirigirían para Ibagué a presentarse y en el año 1952 fue llevado a Neiva y de allí al batallón Juanambú en Florencia.
Recuerda que los primeros meses de entrenamientos antes de su juramento fueron muy duros, y que recibió muchísimos golpes, y que después de ello, juraron bandera, después de ello un comandante llego y hablo de hacer un curso en Bogotá y que quienes quisieran ir, levantaran la mano, Juan Bautista levantó su mano y al llegar a Neiva se dio cuenta que era para incorporarse al Batallón Colombia, que haría pate de la guerra en Corea.
Tomada de: El Nuevo Día
En Bogotá, más exactamente en la Calera, también recibió un difícil entrenamiento, y aunque fue difícil, encontraba un poco de descanso al cortar el cabello de sus compañeros, puesto que conocía del oficio de peluquero.
Luego de un mes en Bogotá, los enviaron a Cartagena a esperar el Barco, este venía con Soldados de México y Estados Unidos y luego de recogerlos llegaron a Panamá, cuenta que el barco demoró 15 días en llegar a Hawái, allí estuvieron un día, en donde se les dio una especie de “día libre” puesto que al otro día saldrían para Seúl, otro recorrido de 15 días.
Ya habiendo llegado a Corea, los subieron a un Tren, cuenta que siempre estaban con los mexicanos y que su misión era hacer patrullas de observación, instalar cercas, colocar minas y además de eso, radio operador.
Cuenta que estuvo alrededor de 1 año en Corea pero que no conoció ninguna ciudad, que se la paso siempre en el monte, y que en ese tiempo tuvo momento difícil, como el día que tuvo que ser el radio operador y estaba en la retaguardia, solo con la carabina en la mano y cuidando al teniente, con la zozobra de no saber de dónde los atacarían.
Luego de un año, regreso a Colombia, les dieron un reconocimiento y cada uno volvió a su lugar de origen, y al llegar a su pueblo, a parte de las preguntas de cómo había sido la experiencia, hubo una fiesta que duró alrededor de 8 días y gracias a un decreto de presidencia que decía que todo militar que hubiera estado en Corea debía ser contratado para trabajar, Juan Bautista cuenta que fue a Bavaria y allí consiguió un empleo y su posterior jubilación.
Tomada de: El Nuevo Día
