La Ciudad Musical es hogar de artistas musicales que han dado vida a innumerables canciones, algunos de ellos empíricos otros con estudios, aquellos que han estudiado deben su conocimiento al Conservatorio de música y acá conoceremos la historia del templo de la música tolimense.
El conservatorio inicio su historia con la propuesta del maestro Alberto Castilla en el año 1906 de crear una escuela de música, propuesta que tenía el antecedente de la formación musical que recibían los estudiantes del colegio San Simón y la disposición que tenían los habitantes de la ciudad para interpretar los aires musicales de la región.
Inicialmente la escuela era solo para varones, luego de un tiempo se abrieron cursos para mujeres, estos cursos eran dictados por la Sra. Tulia de Páramo.
Mediante el decreto No. 191 de 1909 la escuela de música fue declarado establecimiento oficial, y quien sería su primer director no podía ser más que el maestro Alberto Casilla, labor que realizo hasta su muerte el 10 de junio de 1937. Más adelante se consideró que los programas eran de calidad se le reconocería a la escuela con el nombre de Conservatorio de Música del Tolima mediante el Decreto No. 31 del 3 de mayo de 1920.
La sucesora en la dirección del conservatorio fue la Sra. Amina Melendro de Pulecio, quien fue primero nombrada como subdirectora y luego paso al cargo de directora en el año de 1959 por el Gobernador del Tolima, doctor Darío Echandía, cargo en el que permaneció hasta el año 1999.
Para el año de 1987, mediante el decreto No. 101 de ese mismo año, se determinó que el nombre oficial de la institución seria CONSERVATORIO DEL TOLIMA.
En el año 2001, mediante la resolución 044 de 2001, se creó el bachillerato musical, que llevaría por nombre Institución Educativa Amina Melendro de Pulecio y en el año 2003 amplio los servicios educativos a Preescolar y Primaria, este colegio tiene acuerdos internos con el Conservatorio que aportan instrumentos musicales, instalaciones, ayudas didácticas, etc.
El conservatorio aún tiene la visión de poder seguir con su proyecto universitario y escolar, además de ampliar su trabajo no solo en la región, sino también a un nivel nacional.
